Estados Unidos busca reforzar las cadenas de suministro de bienes esenciales para reducir su dependencia de China y otros países en sectores económicos clave, por lo que el presidente, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para garantizar que, en caso de nuevas crisis como la de la pandemia de Covid-19, el país sea capaz de dar respuesta a las necesidades.
La interrupción de la producción en varias plantas automotrices por falta de componentes demuestra la urgencia de la medida, expone información de El País.
El medio de comunicación señala que el proteccionismo impulsado por el expresidente Trump llevó a Biden a utilizar el lema ‘Made in America’ como bandera de su campaña, en apoyo de la industria local.
William Burns, nominado como nuevo director de la CIA, manifestó que el éxito a la hora de frenar al gigante asiático será clave para la seguridad estratégica de Estados Unidos. La guerra comercial librada por Trump contra Pekín, y viceversa, está lejos de haber terminado, solo se han envainado las espadas, y el régimen chino ha propuesto un nuevo tipo de relación bilateral únicamente si Washington levanta las sanciones comerciales y deja de inmiscuirse en asuntos internos, como la represión de la minoría uigur o las protestas antigubernamentales de Hong Kong.
La orden ejecutiva de Biden contempla también la revisión anual de la cadena de producción y suministro en seis sectores: defensa, salud pública y biotecnología, tecnologías de telecomunicación, energía, transporte y producción de alimentos y provisión de materias primas agrícolas.
Cabe recordar que las plantas automotrices se han visto obligadas a detener la producción por falta de componentes, con una reducción este trimestre del 20% del volumen de trabajo en la planta de Ford primera y la suspensión temporal en las fábricas de ese país, Canadá y México de General Motors.
Un grupo de fabricantes de semiconductores solicitó a comienzos de mes a Biden incentivos para impulsar su producción, en el contexto de sus planes de recuperación económica.
Las firmas estadounidenses del ramo venden el 47% de los chips en el mundo, pero solo representan el 12% de la producción global, señala El País.
Estados Unidos buscará desarrollar localmente parte de esa producción ahora deficitaria, y asociarse con otros países de Asia y América Latina cuando no pueda hacerlo en casa, reveló un alto funcionario de la Casa Blanca a Reuters.
Con información de El País.