El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tiene 2 desafíos para México: cumplir con las leyes laborales sin afectar a las exportaciones y mantener las inversiones automotrices.
El nuevo acuerdo impone reglas de origen al sector automotriz más rígidas, beneficiando sobre todo a Estados Unidos y Canadá. Además, creó un mecanismo de respuesta rápida en materia laboral, para supervisar el cumplimiento de México.
Ambos casos, no se encuentran en ningún tratado comercial del mundo, por lo que las partes interesadas centrarán su interés en el desarrollo de esas regulaciones.
El T-MEC incrementa el Valor de Contenido Regional (VCR) de 62.5% a 75% y establece que el 40% del valor del vehículo deberá producirse utilizando salarios, al menos de 16 dólares por hora.
En lo laboral se establece un panel expedito para ciertas violaciones cuando se incumpla al tratado referente a la aprobación de un líder sindical y a la constitución de un contrato colectivo.
También permite elevar aranceles y bloquear exportaciones si se reiteran violaciones laborales de una instalación manufacturera, de servicios o que involucre a la minería.
El T-MEC obliga a que 70% del acero y el aluminio sea de América del Norte y las autopartes esenciales deberán cumplir con un 75% de VCR.
Asimismo, otorga libre comercio para autos que cumplan la siguiente regla de origen:
- Se incrementa el Valor de Contenido Regional (VCR) de 62.5% a 75%, en un periodo de 4 años.
- El Valor de Contenido Laboral (VCL) pasa de 30% y llega al 40% en un periodo de 4 años y deberá producirse utilizando salarios, al menos de 16 dólares estadounidenses por hora.
- El 70% del acero y el aluminio deberá ser de la región de América del Norte.
Con información de El Economista.