La “fase 1” del pacto comercial alcanzado el pasado 11 de octubre entre Estados Unidos y China abarcará el 60% del acuerdo total entre ambos países, así lo dio a conocer el presidente norteamericano, Donald Trump.
Asimismo, lo definió como un “acuerdo sustancial de Fase 1” que apaciguaría 18 meses de guerra comercial.
Entre los puntos convenidos, destaca que China aumentará las compras agrícolas estadounidenses, tomará ciertas medidas de protección de propiedad intelectual y hará concesiones relacionadas con los servicios financieros y la moneda. A cambio, Estados Unidos retrasó un nuevo aumento de aranceles contra las importaciones chinas.
No obstante, las acciones de las bolsas de valores se hundieron después de que los funcionarios chinos parecían poner en duda el acuerdo bilateral, es decir que fuentes cercanas al gobierno chino revelaron que es poco probable que Trump y su administración accedan a otorgar las concesiones que busca China para firmar un acuerdo de mayor duración, señala información de El Economista.
Además China obtuvo el permiso de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para imponer 3 mil 600 millones de dólares en sanciones contra Estados Unidos, los terceros más altos en la historia de este organismo internacional.
Este caso inicio antes de la guerra comercial de entre los dos países, que ha dado lugar a aranceles que cubren alrededor de 500 mil millones de dólares en bienes que van en ambas direcciones.
Si bien el fallo trata asuntos fuera de las negociaciones actuales, puede tensionar el progreso actual, al darle a Beijing un arma nueva para presionar a Estados Unidos a que ceda a sus demandas.
De acuerdo con El Financiero, en mayo de 2017, la OMC dijo en un fallo de apelación que Estados Unidos debe modificar su régimen antidumping, un revés para la forma en que Estados Unidos restringe las importaciones chinas baratas.
Beijing solicitó permiso para tomar represalias contra 7 mil millones de dólares en bienes estadounidenses. En enero de este año, la OMC dio al Departamento de Comercio de Estados Unidos hasta el 22 de agosto para modificar sus metodologías antidumping o enfrentar la posibilidad de represalias chinas.
Con información de El Economista y El Financiero.