La región fronteriza del país registró los mayores aumentos en la población ocupada que gana hasta un salario mínimo derivado de la política de austeridad, la desaceleración económica nacional y el Programa Zona Libre de la Frontera Norte del gobierno federal; sin embargo, esta región también encabezó la disminución más pronunciada en el rubro de más de 5 salarios mínimos.
Lo anterior simboliza que más personas perciben una baja remuneración por su fuerza de trabajo y un menor número de habitantes ingresa una alta cantidad de dinero, es decir, decrece la calidad de vida.
Datos de INEGI señalan que al cierre del primer semestre del año en curso, el nivel de ingresos de hasta un salario mínimo de la frontera norte de México llegó a 17.7%, frente a un porcentaje de 9.6% en igual periodo del 2018, un incremento de 8.1%, el mayor ascenso en todo el territorio nacional.
De igual forma, esta región presentó la disminución más pronunciada en el rubro de más de 5 salarios mínimos, con 4.8% al fin de los primeros seis meses de 2019, cuando el año previo este indicador correspondía al 6.6% de la población ocupada.
A pesar de esto, la franja fronteriza es la región de México que concentra el mayor porcentaje de los ocupados que ingresan más de 5 salarios mínimos.
A nivel nacional, 16.2% de los ocupados ganaba hasta 1 salario mínimo al término del primer semestre de 2018; un año después, ascendió a 19.8%; y el porcentaje de los que reciben más de 5 salarios mínimos pasó de 4.5% a 3.3%.
Así, el sur-sureste mostró el segundo incremento más alto en ingresos de hasta 1 salario mínimo, detrás de la frontera norte, de 26.2% de sus ocupados al primer semestre del 2018 a 29.9% en el mismo lapso del 2019; con este porcentaje se coloca como la región de México que tiene a la mayor parte de sus habitantes con una baja remuneración. Además, tiene la menor relación en más de 5 salarios mínimos, con apenas 2.3%.
Impacto de la situación económica
El director del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, Héctor Magaña Rodríguez, indicó la reducción del número de personas que ganan más de 5 salarios mínimos y aumentó la cantidad de trabajadores que perciben hasta 1 salario mínimo es consecuencia del estancamiento económico que vive el país.
“Una menor generación de empleos provoca que las fuentes de trabajo tiendan a ser más competidas, precarizando los niveles de ingresos”, señaló.
El experto añadió que la diferencia entre el salario mínimo de la zona libre y el resto del país beneficia en el poder adquisitivo de la frontera norte, aunque falta observar el comportamiento inflacionario en la franja fronteriza.
Sin embargo, reconoció que actualmente la diferencia salarial “no aportó una mejora importante, debido a que en la región norte, a excepción de Nuevo León, no se plasmó un mayor número de trabajadores que perciben más de 5 salarios mínimos”.
Esta tendencia proviene desde finales del 2010; la falta de inversión pública y privada y la ausencia en la generación de plazas laborales de calidad son otros factores de gran peso, dijo.
En este contexto, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional creció 0.3% a tasa anual desestacionalizada en el primer semestre del 2018, el peor resultado desde el 2009, año de la crisis económica y financiera.
Medidas sin impacto social
Por su parte, la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Eufemia Basilio Morales, señaló que si bien establecer condiciones en la frontera norte como las de la Zona Libre tendrán un impacto multiplicador en las actividades productivas, aún no se refleja en la población ocupada que percibe más de 5 salarios mínimos.
El aumento de empleados que perciben hasta 1 salario mínimo y la caída en más de 5 salarios se debe “a las políticas de austeridad, disminución de altos salarios y despido de trabajadores; empeora la situación, ya que, a pesar del incremento del salario mínimo, todavía es muy bajo para las personas de menores ingresos, afectando el consumo”, sentenció.
Con información de Factor Capital Humano.