El Ministerio de Comercio de China dio a conocer que las empresas de ese país han detenido la compra de productos agrícolas provenientes de Estados Unidos, además que no han descartado imponer aranceles adicionales a las importaciones estadounidenses que fueron adquiridas después del 3 de agosto.
Esta medida representa una escalada en las tensiones entre ambos países, toda vez que ha afectado a los mercados financieros del mundo y pone en peligro el crecimiento económico global.
Este anuncio es resultado de la amenaza lanzada la semana pasada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre aplicar aranceles adicionales a las importaciones chinas, rompiendo con la tregua que se había generado entre ambas naciones.
Con información de El Financiero.