El creciente intercambio de bienes intangibles y el comercio electrónico (e-commerce) ha rebasado a las aduanas del mundo y se prevé que éste último continúe crecimiento a un ritmo de doble dígito.
En este sentido, el secretario General Adjunto de la Organización Mundial de Aduanas (OMA), Ricardo Treviño, dio a conocer que en 2014 el comercio electrónico tuvo un valor cercano a los mil 336 millones de dólares (mdd) y se estima que para 2021 llegue a los 4 mil 878 mdd con una participación del 17.5% del total del comercio internacional.
Ante esto, comentó que la OMC lleva cerca de 11 años platicando y negociando estándares para el comercio electrónico pero sin avances sustanciosos.
Contrario a lo anterior, la OMA publicó el año pasado una serie de estándares globales destinados a las administraciones de aduanas con el objetivo de ser soluciones pragmáticas, justas e innovadoras.
Treviño aseveró que actualmente las aduanas tienen que enfrentar el reto del intercambio de información y perfeccionar sus modelos de riesgo, así como trabajar con los actores del comercio electrónico para que apoyen en la proveeduría de esa información.
No obstante, mencionó que esta situación podría complicarse dado que cada vez más actores se suman al e-commerce transfronterizo sin tener mucha experiencia en el ámbito del comercio internacional.
Además que existen dos modelos muy contradictorios para esta práctica, por ejemplo en China es el propio gobierno quien controla toda la información; mientras que en Estados Unidos se presenta un nivel importante de protección de datos y de información.
Intangibles
El funcionario de la OMA, agregó que el otro reto para las autoridades aduaneras es el intercambio de bienes intangibles, donde ya no hay un flujo físico de bienes por la aduana, sino que todo es de manera digital.
Para ello, indicó que es necesario diseñar algún tipo de unidad especializada en materia de ciencia de datos y en materia de intercambio digital que lleve al que el rol de las aduanas tenga que evolucionar hacia este sentido, así como fortalecer la coordinación con las autoridades de impuestos internos y la coordinación con las unidades de inteligencia financiera, con el objeto de poder dar seguimiento con los flujos que se llevan a cabo por el intercambio de bienes intangibles.
Con información de Revista T21.