El ministerio de Economía del Reino Unido publicó una política comercial que adoptará si el Parlamento británico opta por dejar la Unión Europea (UE). De ocurrir esto, 87% de todas las importaciones tendrían acceso sin aranceles por un año, el 13% sí tendrá impuesto y aplicará en sectores que podrían vulnerar la industria británica.
De acuerdo con El Economista, esto incluye a la agricultura, ganadería y fabricantes de automóviles.
Análisis consultados del medio indican que dicha estrategia comercial afectaría a varios grupos españoles que actualmente tienen presencia en la unión aduanera para vender libremente su mercancía en el Reino Unido.
“Cada año, las empresas españolas exportan bienes por 18 mil millones de euros al territorio británico. Con el nuevo modelo, empresas europeas y del resto del mundo tendrán el mismo tratamiento a la hora de acceder a los consumidores británicos”, señaló el medio.
Respecto al sector automotriz, la empresa Seat (filiar española de Volkswagen) comercializa anualmente 60 mil autos al mercado británico y estos tendrían arancel del 10%, al igual que el resto de vehículos extranjeros.
En el sector agroalimentario, se verían afectados la importación de carne de cerdo, pollo, ternera, cordero y el pescado (incluyendo el atún en conserva) y tendrían que pagar 10.2 euros por cada 100 kilogramos que lleguen sin deshuesar a Reino Unido.
“La fruta y verdura seguirán teniendo acceso libre, excepto los plátanos, a razón de 11.4 euros por cada 100 kilogramos. El arroz, el azúcar, el queso y las legumbres también tendrán aranceles”, agregó el medio.
Si se separa Reino Unido también tendrían impuestos de importación el papel aluminio, fertilizantes, el ron y los neumáticos.
“Durante el año de vigencia de estas tarifas, el gobierno británico desarrollará un proceso consultivo para comprobar si es necesario mantenerlas o abandonarlas”, aclaró el medio.
Con información de El Economista