Una vez que el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) sea ratificado, la importación de vehículos nuevos y usados deberá cumplir con nuevas disposiciones diferentes a las que actualmente requiere el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Entre los puntos que se acordaron respetar para la comercialización de vehículos son el contenido de origen y pago de aranceles. Estos tendrán valores distintos y condiciones más estrictas que se deben ajustar para que puedan continuar sus respectivas cadenas de valor.
El director general Adjunto de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMDA), Guillermo Rosales Zárate, recordó que el TLCAN aún vigente establece que el 62.5% de los componentes de los vehículos nuevos o usados deben ser originarios de Norteamérica. Con el T-MEC, el porcentaje de contenido regional se aumenta a 75%.
El T-MEC también pide que el acero y aluminio de los vehículos automotores sea por lo menos en un 40% de América del Norte; siete de los componentes esenciales deben contener 40% de contenido regional y 40% del vehículo debe ser ensamblado en una zona donde se labore por un pago de 16 dólares la hora mínimo.
Rosales Zárate advirtió que está por vencer (31 de marzo de 2019) un decreto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) donde México no exige acreditar la regla de origen en autos usados para pagar 1% de arancel si este ingresa para la franja fronteriza y 10% (dependiendo la antigüedad del vehículo) para el resto del país.
Por su parte, la socia de Comercio Exterior e Impuestos Indirectos de PwC México, Yamel Cado, indicó que el T-MEC podría generar oportunidades de inversiones de las compañías de autopartes en México.Con información de T21